
Buscar trabajo en Japón: experiencia personal
Costumbres -
Si habéis ido siguiendo los artículos del blog os habréis fijado que algunos están dedicados a buscar trabajo en Japón. Desde que estoy al frente de este espacio virtual no sois pocos los que me preguntáis sobre este tema. Las diferencias “protocolarias” a la hora de buscar trabajo en Japón o en otros países como España o Latinoamérica son notables.

Así, encontraréis contenido sobre ¿Cómo redactar un currículum en japonés?, ¿Cómo vestirse adecuadamente par acudir a una entrevista de trabajo en Japón?, el ritual de las meishi (名詞めいし) o tarjetas de trabajo e, incluso, para aquellos interesados en residir en el país asiático publique un artículo sobre trámites imprescindibles para vivir en Japón. Pues bien, hoy os hablaré de mi experiencia buscando trabajo en Japón.
Shûkatsu o el proceso de buscar trabajo en Japón
Os pongo en contexto. En ese entonces me encontraba viviendo y estudiando en Miyazaki, ciudad costera de la isla más meridional del archipiélago nipón, Kyûshû. Era el mes de diciembre, recuerdo, y una compañero coreano de la universidad me contó que en Fukuoka, “capital” y núcleo urbano más importante de Kyûshû, celebraban una jornada de shûkatsu (就活 しゅうかつ) o shûshokukatsudô (就職活動 しゅうしょくかつどう) o como los japonés llaman al proceso de buscar trabajo en Japón.
Un evento donde decenas de empresas de todo el país presentarían su credo corporativo a miles y miles de universitarios de la zona. En ese momento, mis prioridades no pasaban por buscar trabajo en Japón pero pensé que no estaría de más vivir esa experiencia. Por suerte, me había traído de España el “traje” de shûkatsu así que estaba preparado, todo listo.
Buscar trabajo en Japón es un rígido protocolo en el que todo está pautado al milímetro: desde las fechas para solicitar el puesto de trabajo, los documentos requeridos, la forma de rellenarlos, los timings para enviar los currículum, cómo vestir de forma adecuada para las entrevistas incluso, la inclinación de la reverencia que deberemos realizar a nuestro entrevistador. Lo tienen todo estipulado así que mejor dejar la improvisación para otro momento.

La capital de Kyûshû, Fukuoka, fue el lugar escogido para el evento de shûkatsu
Camino de Fukuoka
El día señalado cogimos un autobús a las seis de la mañana desde la misma Universidad de Miyazaki. Junto a nosotros, decenas de estudiantes que parecían salidos de una cadena de montaje de coches, todos cortados por un mismo patrón. Mismo traje, corbata oscura, falda de corte y confección similar, maletín, bolso… parecían “robots”. Ellos serán los futuros salaryman japoneses (サラリーマン). De entre todos ellos el único que destacaba era yo, el “gaijin” o extranjero.
Me sentí bastante observado, incluso incómodo al cruzar la mirada con alguno de ellos. En ciudades pequeñas como Miyazaki no era habitual que un foráneo no asiático participara en el shûkatsu, su método para buscar trabajo en Japón. Es más, al llegar a la universidad me dijeron que era el tercer europeo en cursar estudios de japonés en la facultad de letras y el primer español.
Durante la sesión del shûkatsu
Al llegar a Fukuoka nos dirigimos al centro de convenciones que, en este caso, se emplazaba en uno de los estadios de béisbol más grandes de la ciudad. Allí se reunían estudiantes de todas las provincias del sur del país y yo, claro estaba, era el único sin los ojos rasgados. Me sentí abrumado, que agobio, pensé. Y no era para menos. Por un lado, desde los altavoces del pabellón resonaba la voz de una chica anunciando los horarios de los “panels” o sesiones informativas de las empresas, por el otro, miembros de dichas compañías no paraban de abordarme para que acudiera su charla.
Al igual que yo, la mayoría de japoneses no tenía claro dónde sentarse para que, literalmente, “les vendieran la moto”. Sí, de eso tratan estas jornadas. Las empresas hacen su “speech” corporativo delante de una audiencia que, seguramente, nunca ha oido hablar de ellos con el objetivo de captar posibles candidatos.
Personalmente, no es que me interesara asistir a la presentación de ninguna empresa en particular pero, finalmente, me decidí por tres o cuatro relacionadas con los medios de comunicación y el periodismo. Una de las charlas fue a cargo de uno de los editores del periódico japonés Asahi Shinbun (朝日新聞 あさひしんぶん), uno de los más populares del país. Se nos explicó el funcionamiento de la empresa y no faltó un alegato al periodismo como motor principal de creación de opinión entre la sociedad nipona. 30 minutos de verborrea sin turno para preguntas.
El mismo patrón se repitió en las siguientes empresas que visité. La verdad es que no me sirvió de mucho y eché de menos que hubieran empresas extranjeras. Que de entre los miles de universitarios presentes en el evento yo fuera el único occidental, sólo refuerza la idea de que hoy en día el sistema laboral japonés sigue siendo elitista y conservador. Me dio la sensación de que los japoneses siguen pensando que los extranjeros no somos un activo importante para su entramado empresarial. Que nos excluyen de su “método” de buscar trabajo en Japón.
Y vosotros, ¿Tenéis experiencia a la hora de buscar trabajo en Japón?
yo busco trabajo en japon en una enplesa de masajes o turismo
o en una enplesa
Tengo el sueño de visitar y algún día vivir en Japón desde los 12 años, al principio decía que tenía que ir a Tokio u Osaka pero al pasar el tiempo e investigar más al respecto, decidí que quiero ir a un lugar pequeño y tranquilo, sin embargo no cambia el hecho que, por mi carrera, termine buscando trabajo dentro de los medios de comunicación, pero Japón, aunque muy famoso por su anime y manga, sigue siendo un país muy hermético, no es como Corea del Sur o China, de este de verdad se sabe muy poco, y me preocupa que llevó 8 años leyendo que Japón solo es un país bueno para visitar y no para vivir.