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El desayuno japonés: realidad y características

Algunos me habéis preguntado más de una vez, ¿Qué comen los japoneses nada más levantarse? ¿Toman café con leche y cereales, o existe una receta típica para coger fuerzas? Los autóctonos suelen hacer tres comidas al día como la mayoría de mortales: desayuno, comida y cena siendo especialmente importante el primer “repostaje”. Contundente y energético, en el artículo de hoy os hablaré del desayuno japonés.

La realidad del desayuno japonés

Desde hace décadas la sociedad japonesa vive inmersa en un frenesí rutinario. El ritmo de vida es tan estresante que muchos no tienen tiempo para desayunar en casa de forma relajada. Las estadísticas señalan que el 14,3% de japoneses y el 10% de japonesas no desayuna.

Si no están en la oficina los salaryman nipones suelen rondar la zona de las estaciones donde encuentran todo tipo de restaurantes y cafeterías para no ir a trabajar sin nada en el estómago. Tened presente que la gran mayoría de japoneses hace horas extra así que la jornada laboral excede las 8 horas. No desayunar significa horas y horas de duro trabajo en ayunas.

El “desayuno de los campeones”

O esto decía aquél anuncio. El desayuno japonés tradicional es equilibrado y rico en todo tipo de nutrientes. Lo habitual es sopa de miso, encurtidos de temporada, pescado a la parrilla y un bol de arroz para acompañar. En ocasiones hace acto de presencia el mentaiko (明太子 めんたいこ) o huevas de abadejo de la región de Alaska marinadas mientras que los brotes de soja, algas, huevo crudo o el viscoso natto (納豆 なっとう) son otros ingredientes del típico desayuno japonés.

El arroz o gohan (ご飯 ごはん) es la piedra angular de la cocina tradicional japonesa aunque todo hay que decirlo, algo soso y pobre en cuanto a nutrientes se refiere. Es por ello que el desayuno japonés tradicional complementa el arroz con recetas a base de soja e ingredientes fermentados que aportan el alimento necesario para una dieta equilibrada.

Bandeja de pan

Nuevas modas para el desayuno japonés

Introducir el pan en la dieta japonesa fue obra de los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Trajeron hasta el país asiático toneladas de cargamentos de harina e incorporaron el pan como alimento en los menús escolares. Poco a poco las gruesas y esponjosas rebanadas empezaron a inundar los comercios dando vida a las primeras panaderías japonesas.

Años más tarde, allá por los setenta, apareció el llamado morning service en la ciudad de Nagoya. Se trataba del típico desayuno occidental formado por café solo, tostadas con mantequilla y mermelada y huevo duro. Una nueva moda llegaba a la ciudad. A diferencia de nuestras tostadas, algo más crujientes, los japoneses las prefieren más esponjosas. Es por ello que el pan que venden en los supermercados japoneses parece chicle. 

Con la llegada del pan a Japón empezaron a proliferar pastelerías y panaderías  por todas las ciudades. La fascinación de los autóctonos por Europa, Francia en concreto, ayudó a introducir en el país asiático productos típicos de la región como el croissant, todo tipo de bollos, brioche… Con el tiempo, los japoneses dieron su toque particular a la bollería creando sus propios productos con azuki (小豆 あずき) o judías rojas o matcha (抹茶 まっちゃ).

¿Ha desaparecido el arroz del desayuno japonés?

Además, comerse un bollo o una rebanada de pan no implica ningún esfuerzo mientras que el desayuno japonés tradicional requiere tiempo de elaboración. Y como ya sabéis, tiempo es lo que menos tienen los nipones. Cada vez más Japón está apostando por el desayuno a la europea mientras que la tradición culinaria es un concepto reservado para los fines de semana y para la gente mayor que dispone de tiempo.

Hemos comentado anteriormente la importancia del arroz dentro de la dieta tradicional japonesa. El popularización del pan en Japón ha traído como consecuencia que muchos autóctonos lo escojan por delante del arroz a la hora del desayuno.

Es en las zonas rurales donde aun se conserva el desayuno japonés tradicional. Son los campesinos, sobre todo, quienes siguen apostando por el desayuno de toda la vida ya que según comentan les da la fuerza y energía suficientes para trabajar la tierra sin sentirse débiles.

Es evidente que cada persona, cada japonés, escoge el tipo de desayuno que más le conviene. Lo cierto es que cambian las modas y el futuro del desayuno japonés tradicional no es muy optimista. Y vosotros, ¿Preferís el desayuno occidental o el tradicional japonés?