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Benzaiten: diosa de la buena suerte y del mar

Si habéis ido curioseando por los artículos del blog, seguro que os habréis dado cuenta de mi pasión por la mitología japonesa. Desde que descubrí las primeras leyendas y cuentos en mis días de facultad no he dejado de consumir literatura basada en el panteón de dioses y seres del inflamando que conforman el rico folclore del país asiático

Ya os he hablado de algunos de estos seres como el tengu (天狗 てんぐ),  el kappa (河童 かっぱ) o de los truenos y rayos del dios Raijin (雷神 らいじん). Hoy os presento la diosa Benzaiten (弁才天 べんざいてん).

¿Quién es la Diosa Benzaiten?

Benzaiten o Benten, otro nombre por el que se la conoce, es una diosa budista japonesa. De origen indio es la única mujer entre las deidades adoptadas por las escuelas budistas del país asiático. Patrona de las bellas artes suele asociarse al mar, al océano y a los seres que habitan las profundidades marinas. No en vano, los templos que rinden culto a la diosa Benten esparcidos a lo largo y ancho de la geografía japonesa suelen estar edificados al lado del mar o en pequeñas islas.

Representada en esculturas y antiguas xilografías como una mujer de bellas facciones, Benzaiten suele sujetar un biwa (琵琶 びわ), instrumento tradicional japonés parecido al laúd, y aparecer junto a varias serpientes blancas en las que puede transformarse.  Pero no os asustéis, se trata de una deidad con buenas intenciones. Los japoneses creen que la aparición de una serpiente blanca en sus sueños es sinónimo de buena suerte.

Benzaiten es, también, la diosa del conocimiento y la belleza. Es identificada muchas veces con Sarasvati (que significa “Río Sagrado”), diosa hindú asociada a los escritores, bailarines, escultores, pintores, a los artistas en general. En la mitología japonesa existen varios seres divinos asociadas a la buena suerte y fortuna. En concreto existen siete entre los que figura, obviamente la Diosa Benten.

Templo en Inokashira dedicado a la diosa Benzaiten

En Japón existen multitud de templos dedicados a la Diosa Benzaiten

Los siete dioses de la buena suerte en la mitología japonesa (sin Benzaiten):

  • Daikokuten (大黒天 だいこくてん): es el dios de la prosperidad y el comercio. Siempre representado con una sonrisa en la boca y con unas piernas más cortas de lo normal. Se trata del padre del dios Ebisu. Ataviado con ropas de cazador, en una de sus manos lleva un saco lleno de objetos de valor y, en la otra, sujeta el llamado mazo de la suerte. Patrón de los hombres de negocio, cocineros y granjeros.
  • Ebisu (恵比寿 えびす): es el único dios puramente japonés de todos los asociados a la buena fortuna. Es representado con un gorro de pescador y siempre acompañado de una caña de pescar en la mano derecha y sujetando una carpa, besugo, bacalao o lubina en la izquierda. Patrón de los pescadores, agricultores y comerciantes.

  • Hotei (補訂 ほてい): regordete y calvo, Hotei es conocido como el Buda de la sonrisa. Dios de la felicidad y de los buenos augurios en los negocios. Es común ver una figura suya en la entrada de multitud de establecimientos del país asiático. Se asocia a la alegría, la buena salud y la abundancia. También es considerado protector de los niños japoneses y siempre lleva consigo una gran bolsa en la que guarda todo tipo de objetos para el día a día de los pobres. Si te encuentras con una escultura de Hotei, dice la tradición que debes acariciar su barriga si quieres atraer la buena suerte.

  • Fukurokuju (福禄寿 ふくろくじゅ): se le reconoce fácilmente al identificar su gran cabeza. Se trata del dios chino de la sabiduría y la longevidad. Acompañado de una tortuga, grulla o ciervo (símbolos de longevidad para los japoneses) suele vestirse con trajes tradicionales chinos sujetando un bastón en una mano del que cuelga un pergamino. En el manuscrito están grabadas las enseñanzas y sabiduría del mundo. Aficionado al ajedrez es el patrón de los jugadores de este táctico pasatiempo.

  • Jurôjin (寿老人 じゅろうじん): asociado a la religión taoísta procedente de la China es el dios de la prosperidad y de la longevidad. Su larga y blanca barba denota que se trata del más anciano de los siete dioses de la buena suerte. Al igual que Fukurokuju viste ropajes tradicionales chinos y lleva en su mano, también, un pergamino donde se relata el secreto de la longevidad. Se apoya en un bastón que, según la leyenda, contiene toda la sabiduría del mundo. Suele representarse con alguno de los animales asociados a la longevidad, tortuga, grulla o ciervo. Es el patrón de los científicos, profesores y matemáticos.

  • Bishamonten (毘沙門天 びしゃもんてん): identificado como un símbolo de dignidad y autoridad,  es el dios protector de la bondad y la fe. Suele vestir con armadura y casco llevando en una mano una pagoda o la llamada “torre del tesoro”. Un objeto que simboliza prosperidad. Espada en mano, se convierte en el perfecto guardan y defensor de la fe en el mundo. Patrón de los luchadores trae suerte en el campo de batalla. Es considerado dios de la buena suerte, la bondad, la riqueza y la felicidad, también.

Peregrinaje a un templo de la diosa Benzaiten

En esta escena los peregrinos se dirigen al templo de la isla de Enoshima dedicado a la Diosa Benten

Representación de la Diosa Benzaiten

Diosa, del mar, el amor, la belleza y la música, la Diosa Benten es representada en multitud de ocasiones montando dragón o serpiente. Estas son consideradas animales sagrados en varias zonas del archipiélago nipón. En muchas imágenes vemos a una Benten con ocho brazos, seis de ellos extendiéndose por encima de su cabeza y sosteniendo distintos elementos: una flecha, una llave, un arco con su carcaj, una espada, una rueda y una joya. Los dos brazos restantes se cruzan en una postura de oración. La figura de Benten guarda cierto parecido con otra de las deidades del panteón mitológico japonés, Kannon (観音かんのん) o la diosa de la misericordia junto a la que aparece en multitud de ocasiones.

Enoshima

Si tenéis la oportunidad de visitar Enoshima no os olvidéis de hacer una visita al templo de la diosa Benten

Bonus track: una historia sobre la diosa Benzaiten

Hace cientos y cientos de años vivía en una cueva un aterrador dragón que se alimentaba de los niños de la aldea de Koshigoe. Las atrocidades cometidas por este ser de duras escamas llegaron a oídos de la diosa Benzaiten quien decidió poner fina al inaceptable comportamiento del dragón. Su aparición terrenal vino precedida de un gran terremoto descendiendo en una nube hasta la entrada de la cueva en la que residía el “animal”.

¿Acabó Benten con la vida del dragón? No, se casó con él poniendo fin a la matanza de niños.

Se dice que con la llegada de la diosa Benzaiten ala tierra surgió del mar a actual isla de Enoshima. Desde entonces, tierra sagrada.