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El teatro bunraku o el arte de las marionetas

No hace mucho os hablé del teatro kabuki (歌舞伎 かぶき) como una de las representaciones artísticas más simbólicas de Japón. La sociedad nipona cuenta con gran cantidad de formas para expresar conceptos tan característicos de su cultura como la  “la belleza”. En este sentido encontramos la jardinería japonesa, el cultivo del bonsai, la cerámica, la confección y el porte del kimono así como escenificaciones como el noh (能 のう), el takarazuka o el teatro bunraku (文楽 ぶんらく) del que hablaremos en las siguientes líneas.

Características del teatro bunraku

En realidad, este teatro de marionetas recibe el nombre de Ningyô jôruri (人形浄瑠璃 にんぎょうじょうるり), “marionetes e historias contadas” siendo el bunraku el nombre genérico y popular. La principal característica del teatro bunraku es que en su escenificación intervienen tres artes escénicas distintas: las marionetas (ningyô), un narrador o recitador (jôruri) y, por último, un intérprete del shamisen (tayû), instrumento muy parecido al laúd. En 2008 el bunraku o teatro de marionetas Ningyô Jôruri fue inscrito por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El teatro bunraku se dirige, principalmente, a un público adulto y en sus funciones se tratan temas universales y profundos como han hecho dramaturgos de la talla de Shakespeare: amor, venganza, celos, rechazo, soledad, sacrificio… Ver como hasta tres actores vestidos de negro de pies a cabeza dan vida a cada uno de los protagonistas de madera, las marionetas, es de lo más curioso. Sin duda, todo un prodigio de la coordinación. Y es que el principal objetivo de estos artistas de los hilos y el silencio es que el público no perciba sus movimientos y sólo se centre en la dramaturgia de las marionetas.

Tuve la oportunidad y la gran suerte de asistir a un espectáculo de teatro bunraku en el barrio de Gion, Kioto, y os puedo decir que la pericia de todos los actores fue encomiable

Los verdaderos protagonistas: las marionetas

El tamaño de las marionetas en el teatro bunraku es, aproximadamente, una tercera parte del de una persona. Según la escena y para poder manipularlas de forma óptima los actores se sientan, se levanta y desplazan como si de una coreografía de danza clásica se tratara. Una vez el espectador se ha habituado a la escenografía, el bunraku puede llegar a ser más conmovedor que una obra teatral representada por personas de carne y hueso.

Los papeles protagonistas y secundarios en el teatro bunraku, aún siendo estereotipados e idealizados como en el kabuki, desprenden mayor simpatía y empatía en el público. Existen distintos criterios para clasificar las marionetas y su papel en la obra. El número de manipuladores es uno de ellos. Los papeles más importantes requerirán de tres actores para dar vida al personaje mientras que para las representaciones secundarias con uno sólo bastará para el manejo. Otra clasificación, en realidad la más común, es separar entre personajes femeninos y masculinos así como por su edad, clase social y el papel que desempeñan en la obra.

A continuación algunos de los personajes principales más representados en el teatro bunraku:

  • Komei: el héroe de la función
  • Okusan: personajes como la esposa, las hermanas o representaciones de ancianas
  • Danshichi: personajes con fuerte carácter
  • Fukeoyama: la madrastra que siempre lo “enreda” todo
  • Kenbishi: los oficiales

Uno de los papeles más complejos y sacrificados del bunraku es el de los narradores. Hablan, gesticulan, sollozan y chillan arrodillados en la parte izquierda del escenario

Escena histórica representada en el teatro bunraku

En el teatro bunraku es muy común representar batallas y hechos históricos de Japón

Historia del teatro bunraku

Parece ser que el origen de las marionetas en Japón data del siglo VII cuando actores ambulantes procedentes de China y Corea recorrían la geografía nipona con sus obras de carácter semireligioso. Aún así, lo que en la actualidad se conoce como bunraku no se consolidó hasta los siglos XVI y XVII cuando narradores e intérprete de shamisen se unieron a los actores. Un espectáculo mucho más atractivo.

Existen otras fuentes que hablan de un origen incierto de las marionetas en Japón. Se habla de que estos muñecos participaban de antiguos rituales religiosos vehículo para transmitir las plegarias y rezos a los dioses. En la actualidad,  aún pueden encontrarse vestigios de estas ceremonias en zonas rurales del archipiélago nipón. En estos casos, la marioneta sirve para proteger a los pequeños de la casa de enfermedades.

Como curiosidad: Las marionetas que representas figuras humanas, independientemente de si se pueden articular o no, reciben el nombre de ningyô (人形 にんぎょう) o “figura humana”.

Para terminar, si estáis en Japón y os apetece ver un espectáculo de teatro bunraku os recomiendo el pequeño auditorio del Teatro Nacional de Tokio o el Teatro Nacional de Bunraku en Osaka.