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Los extranjeros durante el periodo Edo

El periodo Edo (1603-1868) es considerado como la época feudal japonesa. Después del Periodo Sengoku o “de los estados en guerra” (1467-1615) dominado por las batallas entre terratenientes o daimyô (大名 だいみょう) se erigió como máximo comandante de los ejércitos japoneses la figura del shôgun (将軍 しょうぐん). Tokugawa Ieyasu (1543-1616) fue el primero de su estirpe la cuál dominaría Japón durante siglos hasta la reinstauración política de la figura del emperador con la Restauración Meiji (1868-1912).

Durante todo este tiempo de feudalismo en el archipiélago asiático, el país quedó aislado de todo tipo de influencias extranjeras. Se cerraron las fronteras y el comercio procedente de las rutas europeas y asiáticas quedó casi anulado. Lo mismo pasó con los foráneos que quisieron poner pie en Japón. A parte de a algunos jesuitas españoles y portugueses (al principio del periodo Edo) y más bien pocos comerciantes holandeses, alemanes, ingleses, franceses o americanos Japón cerró sus puertas a influencias extranjeras. Aún así, durante la decadencia del feudalismo japonés, los extranjeros durante el periodo Edo fueron cogiendo protagonismo.

El clan Tokugawa en contra de los extranjeros durante el periodo Edo

Durante esta época de ostracismo y cierre, el clan Tokugawa, gobierno militar al frente de Japón, se esforzó por impedir la entrada en el país asiático de cualquier producto extranjero así como de limitar el flujo de personas que entraban y salían de las sus fronteras. Una decisión que se cumplió de forma estricta hasta los días del llamado Bakumatsu (幕末 ばくまつ) o decadencia del shogunato Tokugawa. Durante esta época los historiadores constataron un aumento sustancial de los extranjeros durante el periodo Edo.

En los últimos 50 años del bakufu (幕府 ばくふ) o gobierno militar Tokugawa se contabilizaron, al menos, 200 extranjeros reclutados por las autoridades centrales  y por los distintos han (territorios gobernados por un señor feudal vasallo del clan Tokugawa) gracias a sus conocimientos en ingenierías, ciencia e idiomas. Alrededor de 80 franceses, 60 holandeses, 30 británicos y algunos alemanes o americanos fueron “contratados”. Parece ser que los extranjeros durante el periodo Edo tuvieron gran influencia con la posterior Restauración Meiji.

Aposentos Periodo Edo

Las casas de los señores feudales durante el periodo Edo eran de lo más espectacular

Altercados durante la segunda mitad del siglo XIX

Cuentan los textos de la época que a partir de la segunda mitad del siglo XIX Japón vivió una época convulsa con numerosos altercados en sus costas. En ellos se vieron involucrados barcos europeos y muchos de los extranjeros residentes en el país asiático. La intrusión extranjera se convirtió en un hecho probable. Para evitar posibles ataques de potencias europeas se llevaron a cabo múltiples reformas durante los años del llamado periodo tempô (1841-1844). Estas fueron destinadas a una mejora sustancial de la preparación militar del ejército y, al mismo tiempo, sirvieron para estimular aspectos fiscales que ayudasen a estimular la defensa nacional.

Los progresos en materia de construcción de buques fueron notables durante estos últimos años del periodo Edo. En 1853 se levantó la prohibición de construir grandes navieros. Además, los primeros contactos con la flota del almirante Perry en 1853 precipitaron la necesidad de proveerse de nueva tecnología por parte de los japoneses. Por otro lado, la presión extranjera para que el gobierno nipón abriera las fronteras al comercio, combinada con una latente inestabilidad dentro del país favoreció la llegada de tecnología y conocimientos por parte de los extranjeros durante el periodo Edo.

Extranjeros durante el periodo Edo: los holandeses

Se trata de la primera potencia europea que el gobierno shogunal contrató durante el bakufu. Recién llegados, se instauraron en la pequeña isla artificial de Dejima, al sur de Japón, donde tuvieron todas las facilidades para desarrollar un intenso sistema comercial con los japoneses. Expertos en medicina, ciencia y construcción naviera ayudaron a los nipones a dar un salto de calidad en estos sectores.

Fueron responsables de crear la primera escuela naviera del archipiélago japonés en Nagasaki. En ella asistían 50 alumnos seleccionados por el bakufu militar y 130 procedentes de los distintos han. Durante los dos años que duraba el curso los asistentes combinaban sesiones teóricas con otras más prácticas y el estudio del holandés. Idioma requerido para seguir las clases de medicina. Al cabo de sólo seis años de enseñanza,  la escuela naviera holandesa construyó el primer barco diseñado y tripulado por japoneses. El buque llegaría a costas americanas pudiendo competir, al fin, con potencias occidentales dentro de la industria naval.

La firma de los tratado desiguales de finales de la década de los 60 (1860) supusieron un problema para los holandeses en Japón. El trato del gobierno Tokugawa con los ingleses debilitó la posición de los holandeses afincados en el archipiélago durante el periodo Edo. Estos pidieron un trato igualitario pero, finalmente, tuvieron que resignarse y cerrar la escuela naval.

Los holandeses enseñaron a los habitantes del país asiático a construir buques e, incluso, crearon la primera escuela naviera en el archipiélago

Extranjeros durante el periodo Edo: los ingleses

Otro de los grupos de extranjeros durante el periodo Edo que residió n Japón fue el de los ingleses. Como comenté anteriormente, salieron beneficiados de los llamados “tratados desiguales” debido a la cláusula de la nación más favorecida. Su intención al llegar a Japón no coincidía con la de franceses y holandeses. No querían construir grandes infraestructuras, ni grandes navieros. Habían venido a Japón con la intención de establecer relaciones comerciales y mercantiles con las autoridades del país asiático.

A partir de 1860 el negocio con los ingleses representaba el 75% del total obtenido por los extranjeros durante el periodo Edo. A mediados de esa década fueron 30 los trabajadores ingleses contratados por el bakufu. Sus ganas por cerrar acuerdos comerciales beneficiosos para ambas partes gustó a los han del suroeste. Estos eran considerados los más contrarios a las políticas de aislamiento del shôgun ya que buscaban un comercio más libre y sin barreras. Con la llegada de los ingleses estos territorios vieron la oportunidad de abastecerse de productos que no les podía ofrecer el bakufu. Poco después, los han empezaron a enviar estudiantes a Inglaterra.

En Nagasaki y Yokohama se abrieron diversas escuelas de inglés dada la importancia del idioma para mantener relaciones comerciales tanto con ingleses como con americanos. Posteriormente, se iniciarían contactos para abrir una escuela de inglés en la capital del país, Edo. Los ingleses fueron precavidos y se cubrieron las espaldas a la hora de signar cláusulas con los japoneses que les perjudicaran en el caso de ser despedidos.

El objetivo de los ingleses era claramente comercial. A partir de 1860 el negocio entre japoneses e ingleses representaba el 75% del total que se realizaba con los extranjeros residentes durante el periodo Edo

Extranjeros durante el periodo Edo: los franceses

Un año después de que el ministro francés León Roches visitara por primera vez Japón ya se había formado un grupo de amistad hacia este país europeo. A través del mandatario francés, los Tokugawa emprendieron multitud de proyectos con los galos. Este grupo de extranjeros se situaron como los más contratados por los han y el bakufu durante el periodo Edo.

En Yokohama se creó una industria de fundición mientras que en Yokosuka se pusieron en marcha unos astilleros. Además, los franceses ayudaron en el adiestramiento militar de las tropas del bakufu. El choque cultural y la forma distinta de trabajar entre ambos fueron la causa de las primeras divergencias y conflictos entre japoneses y franceses. Hasta tal punto llegaron algunos conflictos que el ministro Roches se planteó en más de una ocasión suspender los acuerdos y proyectos con Japón.

Con el tiempo las cosas no cambiaron. El gobierno nipón se dio cuenta que el sueldo recibido por sus trabajadores era, tan sólo, un tercio del que percibían los franceses. Al mismo tiempo, surgieron problemas con las monedas y sus valores y los conflictos en misiones militares seguían al orden del día.

Durante los últimos años del periodo Edo, al final del shogunato Tokugawa, el régimen militar prescindió de los servicios de los franceses para luchar contra los defensores de la Restauración Meiji. Durante la decadencia del bakufu, cinco miembros de la misión francesa se unieron a los disidentes para derrocar al gobierno Tokugawa con conocimiento de sus superiores.

Las relaciones japonesas con los franceses generaron multitud de conflictos. Problemas con las monedas, los sueldos de los trabajadores e, incluso, traición al bakufu

Calle en Japón Periodo Edo

Holandeses, franceses, ingleses, alemanes y americanos residieron en Japón durante el periodo Edo contratados por el gobierno militar del bakufu

Extranjeros durante el periodo Edo: los americanos

Tan sólo una docena de ciudadano americanos fueron contratados por los han o el bakufu durante el periodo Edo. Un hecho paradoxal si tenemos n cuenta que fueron los propios americanos los “causantes” de la apertura comercial de Japón en esa época.

Parece haber constancia documental de que la mayoría de ellos llegaron a Japón a partir de 1859 para ejercer como misioneros. La prohibición del Cristianismo obligó a los americanos a aprender japonés para buscar los métodos óptimos para predicar la palabra de Dios n Japón.

Durante los días finales del Periodo Edo, la decadencia del Bakumatsu, los ministros americanos se posicionaron n contra de los tratados desiguales. La guerra civil que tendría lugar a partir d 1861 en su territorio y el “miedo” a un posible conflicto armado contra los japoneses fueron algunas causas del rechazo.

Los americanos tuvieron que aprender japonés para predicar las enseñanzas del Cristianismo

Extranjeros durante el periodo Edo: los alemanes

Si bien es cierto que los han habían contratado alemanes para realizar cierto tipo de faenas, no podemos considerar que estos llevaran a cabo trabajos para el bakufu Tokugawa. Entre los extranjeros alemanes durante el periodo Edo se encontraban, también, científicos austriacos o suecos contratados por los holandeses en Nagasaki.

A diferencia del inglés, francés u holandés el alemán quedó marginado como lengua para las relaciones comerciales y diplomáticas. No hubo voluntad por ninguna de las partes y se consideraba la colonia extranjera con menos presencia en Japón durante el periodo Edo. Aún así, los alemanes fueron asumiendo un papel cada vez más protagonista al iniciarse la Restauración Meiji. Los japoneses se fijaron en el sistema legal alemán que empezaba a utilizarse en la formación del nuevo estado occidental.

Los alemanes fueron el cupo de extranjeros minoritario durante el periodo Edo en Japón

Casi 300 años de aislamiento para un país que, finalmente, vio la necesidad de «absorber» y poner en práctica los conocimientos técnicos y científicos de las grandes potencias comerciales de la época. Finalmente, el periodo Edo terminaría desembocando en una guerra civil entre los partidarios del bakufu y los que exigían la reinstauración de la figura del emperador como máximo poder político y militar del país: la Restauración Meiji.