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Geografía de Japón: peculiaridades del archipiélago

A través de las siguientes líneas conocerás un poco más las principales características de la geografía de Japón. Las peculiaridades insulares del país asiático han tenido mucho que ver en la confección del carácter de la sociedad japonesa, un hecho apuntado y remarcado por la gran mayoría de antropólogos, sociólogos e historiadores de la cultura japonesa.

Un archipiélago desde tiempos remotos

El archipiélago japonés existe desde hace miles de años. Un hecho a tener muy en cuenta y es que vivir separado del continente asiático ha influenciado, sobremanera, la forma de vivir de sus habitantes. La particular geografía de Japón, su insularidad, ha ayudado en la aparición de ciertos valores, costumbres y ritos entre los nipones que son distintos a los de cualquier otra sociedad.

Entrando ya en los números, el país se encuentra situado en las coordenadas (en grados y minutos decimales)  Longitud 138º 0’0” Este y Latitud 36º 0’0″ Norte. Como si de la figura de un dragón se tratase, la geografía japonesa se extiende de norte a sur en la costa oriental del continente asiático.

Paisaje naturaleza Japón

La peculiar geografía japonesa ha marcado el devenir de la sociedad nipona

Geografía física y humana de Japón

Si nos centramos en la geografía física y humana de Japón, los datos nos muestran que su superficie terrestre es de unos 377.829 Km2. Haciendo un símil con otros países, Japón es un poco más extenso que Finlandia. La mayor parte del territorio japonés está ocupado por las cuatro islas que conforman el archipiélago: de sur a norte Kyûshû (九州 きゅうしゅう), Shikoku (四国 しこく), Honshu (本州 ほんしゅう) y la más septentrional, Hokkaidô (北海道 ほっかいどう). Además no podemos olvidarnos de las islas meridionales de Okinawa (沖縄 おきなわ) así como otras menores como las Kuriles (reclamadas de forma soberana tanto por Japón com por Rusia en una pugna geopolítica difícil de solucionar), Etorofu, Kunashiri y Hebonai al norte y Ogasawara al sur.

Demográficamente hablando, Japón cuenta con alrededor de 127 millones de habitantes siendo el séptimo país más poblado del mundo. La esperanza de vida de los japoneses sigue siendo la más alta del mundo poniendo en peligro el sistema de pensiones del país asiático. Las autoridades japonesas llevan décadas estudiando como paliar este déficit estructural ligado a una baja natalidad y a una «masa trabajadora» que no podrá mantener a su población anciana. Sólo hay que ver los gráficos de población para observar una pirámide invertida donde los japoneses de más de 65 años ocupan la parte superior, o la más ancha.

Estanque de carpas en Japón

Las cuatro islas que conforman el archipiélago japonés albergan cantidad de fauna y flora

Geografía de Japón: una sociedad basada en el cultivo del arroz

Dos terceras partes de la superficie del país asiático la confirman zonas montañosas, valles y cordilleras. Tan sólo el 13% de su orografía está formado por llanuras aluviales para llevar a cabo la actividad agrícola. Se trata de un hecho de suma importancia ya que a lo largo de la historia el control por las zonas fértiles generó gran parte de las disputas territoriales entre los señores feudales. Un argumento suficiente para esgrimir poder y fuerza en una sociedad basada en la agricultura y, más concretamente, en el cultivo del arroz. Un cereal que necesitaba de grandes extensiones de terreno para ser cultivado y que a lo largo del tiempo ha sido la “piedra angular” de la dieta tradicional japonesa.

Un pueblo urbanita alrededor de la capital

La distribución de los habitantes del país marca el estudio y las características de la geografía japonesa. Geografía física y humana que ha ido cambiando a lo largo de los siglos atendiendo a factores económicos endémicos de cada una de las distintas épocas en las que se ha dividido la historia de Japón.

En la actualidad, más de un 40% de los japoneses viven en el llamado triangulo japonés. Una transliteración a la geometría donde los extremos están formados por las principales ciudades del país: Tokio, Kioto y Osaka. En la capital vive alrededor del 24% dela población, unos 12 millones de personas (casi 40 millones si contamos el área metropolitana). Un hecho singular si tenemos en cuenta que Tokio cuenta, solamente, con el 2% de la superficie total del archipiélago.

Geografía de Japón: un país azotado por las inclemencias meteorológicas

Cuando hablamos de la geografía japonesa no podemos obviar la vertiente geológica. El país se encuentra en la convergencia y subducción de distintas placas tectónicas de gran actividad como la placa Filipina, Pacífica, Euroasiática o Norteamericana. Su ubicación en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico ha comportado que en los últimos 15 años Japón haya vivido cinco terremotos de gran magnitud siendo el más devastador el del 11 de marzo de 2011. En dicha catástrofe natural perdieron la vida decenas de miles de personas.

El peor terremoto de la historia de la humanidad seguido de un tsunami de dimensiones nunca vistas que traería como consecuencia el desastre nuclear de Fukushima. Hoy en día las repercusiones económicas del suceso siguen sin estar claras y lo pero de todo es que es imposible cuantificar los daños en la salud que provocaron los vertidos tóxicos en los habitantes de la zona del nordeste del país.

Inmigración japonesa en el Perú, Kanagawa.

Durante su historia Japón ha vivido otros terremotos como el de Tokio en 1923 (también llamado terremoto de Kantô), en el que murieron alrededor de 140.000 personas o el de Kobe donde perdieron la vida más de 6.000 japoneses.

Además, a lo largo y ancho de la geografía de Japón encontramos 188 volcanes que en un momento u otro estuvieron activos. Sin duda el más conocido es el Monte Fuji de 3.776 metros de altura y símbolo y orgullo nacional para los japoneses.

Un clima peculiar y variante

Climáticamente hablando, Japón es un país peculiar. Las cuatro estaciones del año se distinguen de forma clara y van asociadas a distintos fenómenos meteorológicos. A diferencia de otras zonas geográficas del planeta, los cambios de estación pocas veces llegan con retraso. Las características de la  geografía japonesa provocan que exista un amplio espectro de temperaturas anuales entre las distintas zonas del país. Al mismo tiempo, las lluvias provocadas por los vientos monzónicos que llegan del continente asiático hacen de Japón un país muy lluvioso en primavera y otoño.

Colores rojizos hojas en Japón

Así pues, encontramos clima muy variado a lo largo y ancho de la geografía de Japón. Temperaturas tropicales en las islas de Okinawa, pasando por el clima temperado de la gran isla de Honshu o el húmedo y frío polar al norte, en Hokkaidô. Si estás pensando en visitar Japón, la mejor época para hacerlo es durante los meses de abril y mayo. El calor es soportable y no hace frío en exceso. Además, son meses de pocas lluvias. Los meses de verano, sobre todo junio y julio, son considerados periodo de lluvias, en agosto y septiembre el calor y la humedad arrastrados por el monzón son de lo mas sofocantes y septiembre y octubre es época de tifones.