
Kanji japoneses: un hueso duro de roer
Cultura -
Que el japonés es un idioma complejo y difícil de dominar no admite debate. Distintos silabarios, un alfabeto silábico basado en grafías y que poco o nada tiene que ver con el nuestro y los kanji. El hueso más “duro de roer” para todos los estudiantes de japonés.

Índice de contenidos
¿Contexto en el que aparecen los kanji japoneses?
La esencia gramatical del japonés esta integrada dentro del silabario hiragana (平仮名ひらがな). Mientras que los kanji son una importación china y el katakana (片仮名 かたかな) se usa, principalmente, para los préstamos lingüísticos procedentes del inglés, el hiragana es la escritura autóctona de Japón.
El hiragana apareció antes de la época de aislamiento cultural y económico del país de nombre periodo Edo (1603-1868). Se trata de una simplificación de los caracteres que vinieron de la China. Sus 46 grafías, formadas por vocal y constante (a excepción de la “n” o “ん”), conforman un sistema de escritura a partir del cual se estructura la gramática japonesa. En el caso de los kanji en Japón, estos expresan conceptos de la realidad de los habitantes del archipiélago nipón. Si por norma general estos ideogramas sirven para escribir los nombres propios y las raíces de los verbos, sustantivos y adjetivos, el hiragana suele usarse para los morfemas gramaticales, las desinencias verbales y partículas gramaticales, como preposiciones o la partícula interrogativa ka (か).
Historia de los ideogramas japoneses
Los kanji japoneses son un modelo de escritura ideográfico. Considerados la mayor aportación e influencia del chino sobre el japonés fueron desarrollados hace más de mil años. Historiadores y arqueólogos ya encontraron trazos de un incipiente sistema de escritura basado en ideogramas en caparazones de tortuga y fragmentos de hueso que datan de la época de la dinastía china Shang (alrededor del año 1.700 a.C).
Los kanji, en su forma original, evocaban al objeto o concepto al que representaban. Con el tiempo, este sistema de escritura evolucionó con la incorporación de trazos simplificados que representaban conceptos cada vez más abstractos. En la actualidad, los más de 2.000 kanji de uso cotidiano son el resultado de la combinación de 214 símbolos abreviados o radicales.
Los kanji después de la Segunda Guerra Mundial
Después de la Segunda Guerra Mundial, el japonés sufrió una importante reforma. Se suprimieron numerosos aspectos que habían quedado obsoletos con el tiempo, aspectos arcaicos relativos a la evolución de la propia lengua. Se redujo la cantidad de kanji de uso cotidiano y de enseñanza obligatoria en la escuela dando lugar a lo que se conoce como jôyô kanji (当用漢字 じょうようかんじ). Fue en 1946 cuando la lista pasó a comprender 1.850 caracteres. En la actualidad, el Ministerio de Educación del país considera de uso diario una lista de alrededor de 2.100 kanji en Japón.

Los ideogramas kanji se encuentran por cualquier lado. ¿Alguien sabe leer alguno de los que aparecen en la foto?
Multitud de lecturas
La complicación a la hora de estudiar los kanji japoneses viene de su multitud de lecturas. Algunos pueden llegar a tener más de diez. Cuando los japoneses se “enfrentan” a un topónimo poco familiar muchas veces no pueden hacer más que aventurarse con una pronunciación aproximada. Esto demuestra que el estudio de estos ideogramas es una tarea harto difícil incluso para los autóctonos. Existen dos tipos de lectura de los kanji en Japón:
- Kun’yomi (訓読み くんよみ): forma original japonesa para leer un kanji. Se tuvo en cuenta el significado chino del ideograma adaptándolo a la palabra original japonesa. Lo normal era que las palabras japoneses no encajaran en un solo kanji así que el resto del vocablo en cuestión se completaba con distintas notas. Pero ¿Cuándo debemos usar la lectura “kun” en los kanji japoneses? Aunque pueden haber excepciones, por norma general se usará el Kun’yomi cuando al kanji le acompañe alguna grafía procedente del hiragana. Por ejemplo el adjetivo atatakai (暖かい あたたかい) o “caluroso”.
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On’yomi (音読み おんよみ): es la lectura china de los kanji en Japón. On’yomi significa “lectura de sonido” haciendo referencia a como se leería el kanji según los sonidos originales del idioma chino. Aunque a muchos les parezcan idiomas parecidos, la realidad es que el chino y el japonés tienen poco en común a parte de compartir un sistema de escritura basado en ideogramas. Esta lectura de los sonidos es una simple aproximación a la pronunciación original del chino. Se usa la lectura On’yomi cuando la palabra en cuestión está compuesta por más de un kanji. Por ejemplo el Monte Fuji se leería en japonés con la lectura On’yomi o fujisan (富士山 ふじさん). Como con el kun’yomi, hay que ser conscientes de que existen multitud de excepciones que aún complicarán más la cosas.
¿Cuál es la mejor forma de aprender los kanji japoneses?
No existe una norma mnemotécnica que nos asegure aprender la mayoría de los kanji japoneses. Se trata de un trabajo constante donde la memorización juega un papel muy importante. Es aconsejable que dicha memorización se lleve a cabo en paralelo con ejercicios o redacciones.Esto permitirá poner en contexto y en situaciones cotidianas el uso de los ideogramas.
Hay que tener en cuenta que no se trata de una carrera de velocidad si no, más bien, de un maratón que puede durar toda la vida. Os animo a empezar a estudiar los kanji más sencillos, de menos radicales, e ir avanzando con otros más complejos. ¡Suerte!