
El kimono japonés durante los siglos XX y XXI
Cultura -
El kimono japonés es uno de los elementos más característicos de la sociedad nipona. Una prenda de vestir que al verla nos traslada a épocas pasadas donde fue considerada ropa de diario.

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El kimono japonés durante el siglo XX
Durante los periodos Meiji (1868-1912) y Taishô (19121926), el kimono (着物 きもの) japonés alcanzó gran popularidad entre la población relegando el vestuario occidental, trajes para hombres y vestidos para mujeres, a la tarea de oficinas y las ocasiones especiales.
Al término de la Segunda Guerra Mundial la tendencia se invirtió. Llegó la llamada “ropa informal” y poco a poco el kimono empezó a reservarse para los grandes festejos, como las fiestas de la mayoría de edad a mediados de enero (cuando los japoneses cumplen 20 años), para la celebración de Año Nuevo o en bodas.
Fue en esa época, a partir de la década de los años 60, cuando el kimono japonés empezó a sofisticarse y, sobre todo, a encarecerse ya que debían adecuarse al contexto de grandes eventos, ocasiones de lo más especiales para lucirlos. Poco a poco los modelos más informales quedaron apartados de los comercios llegándose a pagar barbaridades ala hora de comprar este típico atuendo del país asiático.
El yukata y la reinvención del kimono
Al final del siglo XX, durante los años 90, la tendencia en la moda tradicional japonesa volvió a invertirse. El principal causante de este cambio fue el yukata (浴衣 ゆかた), kimono japonés informal destinado a llevarse en época de verano y que causó gran furor entre los más jóvenes.
Se trataba de modelos más ligeros y más baratos que el kimono tradicional y sus estampados lucían mucho más en días de celebración. Poco después, en la primera década del siglo XXI, nacía el boom de los kimonos reciclados.
Una prenda para escapar de la monotonía
Pasear por las calles de cualquier ciudad de Japón es toparse con miles y miles de autóctonos vistiendo de la misma manera. Trajes occidentales que los encasillan en la categoría de salaryman (サラリーマン).
En la actualidad, el mercado de ropa “extranjera” está saturado. Son incontables las marcas foráneas que se han instalado en el archipiélago nipón marcando tendencia y cambios constantes en la forma de vestir de los japoneses. Esto puede provocar situaciones de ansiedad entre los autóctonos que acabarán gastándose verdaderas fortunas para terminar vistiendo más o menos igual que los demás. El kimono japonés se ha convertido en la mejor forma de escapar de la “tiranía” de la moda.
Las reglas para vestir el kimono japonés
Existen multitud de estilos, nudos y formas de atarse el kimono. Ahora bien, cada uno es libre de vestirlo como le plazca y es que no existen demasiadas reglas al respecto. Hay total libertad a la hora de escoger el estilo, estampado, colores… Incluso se venden kimonos hechos de tela tejana.
A día de hoy el kimono se ha convertido en una prenda usada para “sentirse bien” con uno mismo. Me explico. Son holgados, cómodos de llevar, de fibra transpirable y no te obligan a “lucir palmito” como si hacen muchos diseños prêt-à-porter.