
El gato yôkai o nekomata
Mitología -
Al igual que en multitud de países, el gato es un animal cotidiano en Japón. Envueltos por una misteriosa aura este animal se ha convertido en protagonista de algunas de las más célebres novelas de escritores nipones

Es el caso de Natsume Sôseki con Soy un gato o Haruki Murakami en con referencias constantes en 1Q84, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Kafka en la orilla…Así pues, no es de extrañar que alrededor del gato se hayan creado multitud de leyendas y tenga su propia conversión en yôkai (妖怪 ようかい): el nekomata o gato de doble cola es un ejemplo.
Conociendo al nekomata
Algunos dicen que al hacerse viejos muchos gatos empiezan a hablar, caminan sobre dos patas y, de forma extraña, les aparece una cola de más. Parece ser que cualquier tipo de gato, ya sea doméstico o salvaje, puede convertirse en yôkai. Durante la época Heian (794-1185) ya se tenía constancia de gatos salvajes del tamaño de un perro, incluso de un jabalí. Estos descendían de las montañas y herían, devoraban y mataban a los aldeanos de Kioto y sus alrededores.
Este tipo de leyendas o historias sobre enormes gatos salvajes o nekomata (猫又 ねこまた) se cuentan a lo largo y ancho del archipiélago nipón. Un hecho curioso teniendo en cuenta que en las islas principales de Japón nunca se han avistado gatos salvajes. Estos sólo se encuentran en las pequeñas islas de Tsushima, entre Japón y Corea, y en el archipiélago de las Ryûkyû, lo que conocemos actualmente como Okinawa. Probablemente, las leyendas sobre el nekomata provienen del continente, de China o Corea, donde sí existían gatos salvajes o tigres.
El nekomata durante el periodo Edo
Durante la época Edo (1603-1868) las historias sobre el nekomata sólo hacían referencia a gatos domésticos. Estos felinos entraron a Japón desde China durante la era Heian con un claro cometido: proteger las sagradas escrituras de los templos budistas del ataque de los roedores. A partir del siglo XVII estos gatos encontraron hogar en los aposentos de samuráis (侍 さむらい) y comerciantes.
Cuando un gato tenía demasiado larga la cola se la cortaban ya que había el temor de que se convirtiera en yôkai, en nekomata. Fijaros bien, en la actualidad, los gatos japoneses suelen tener la cola muy corta, ¿Verdad?.
Otras leyendas hablan de que los gatos son capaces de resucitar a los muertos sólo pasándoles por encima. Tal era el temor a que esto sucediera que para evitarlo se dejaba una arma cortante al lado del cadáver. Para impedir que se convirtieran en nekomata se limitaba la tenencia del gato a dos o tres años.
En la prefectura de Kagawa, al suroeste del archipiélago, cuando el gato cumplía dos años se le preparaba una comida especial: habas rojas y pescado. Entonces se le decía “ya eres libre” con lo que el felino abandonaba la casa y desaparecía
Una leyenda sobre el nokomata
Cuentan que el shôgun (将軍 しょうぐん) Minamoto Yoritimo (1147-1199) organizó una cacería a pies del Monte Fuji (富士山ふじさん). En el transcurso de la misma, un gato salvaje terminó con la vida de varios hombres de Yoritomo. Al parecer, el felino era sirviente del dios del Fuji, pero al presentarse a su señor manchado de sangre fue expulsado por haberse contaminado. Lleno de ira, el gato vagó alrededor de Japón cometiendo todo tipo de actos atroces hasta que se instaló al lado de una aldea en la que día sí día también molestaba o mataba a alguno de sus habitantes.
Al poco tiempo, se organizó una batida para dar muerte al malvado felino. Participaron gran cantidad de expertos cazadores con lo que la batida tuvo éxito quedando el gato salvaje acorralado. Enfurecido y encolerizado, mientras profesaba todo tipo de amenazas contra sus perseguidores, el gato se esfumó de repente sin que nunca más se supiera de él.
Excelente artículo… De verdad eres periodista? Debería cuidar la ortografía!
Buenas tardes. Es posible que alguna errata de picaje o falta ortográfica se me haya pasado. ¿Podrías indicarme dónde? Saludos,
Gracias por el artículo, muy interesante. En cuanto a la ortografía tan sólo veo un «sí» afirmativo sin tilde (…donde SI existían gatos salvajes o tigres) Subjetivamente no veo que, si no hay más errores y más graves, sea suficiente para dudar de la profesionalidad.
Gracias por fijarte, corregido.
Saludos,
¡Oh! tal vez se refiera a lo escrito en japonés. Si es el caso no puedo opinar.