
Qué ver y qué hacer en Tokio: viviendo la megalópolis
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Poco más hay que contar de Tokio que no se haya dicho antes. Parada obligatoria durante el itinerario en Japón, la capital del país embruja con sus contrastes a todo aquel decidido a callejear sus barrios. Tecnología punta, espiritualidad, cultura popular, riqueza gastronómica… y mucha gente.

Sí porque la megalópolis se ha convertido en una de las 4 urbes más importantes del planeta con 12 millones de habitantes, casi 40 contando su área metropolitana. Millones y millones de personas que conviven en el 2% de la superficie total del archipiélago. Descubre qué ver y qué hacer en Tokio para aprovechar de la mejor manera tus días en la capital.
Índice de contenidos
Callejeando por los barrios de Tokio: los imprescindibles
Tokio cuenta con una cantidad de barrios abrumadora. En este artículo hablaremos solo de los más conocidos y los que debéis “pisar” sí o sí durante vuestra estancia en la ciudad. Distritos que por si solos podrían ser ciudades independientes y que tienen parada en la línea Yamanote. El Grupo JR opera esta línea de metro así que haciendo uso del Japan Rail Pass podréis ir de uno a otro. No me enrollo más y veamos qué nos depara cada uno de los barrios de Tokio.
La juventud se reúne en el barrio de Shibuya
Cuando os surja la pregunta “qué ver y qué hacer en Tokio”, no tengáis dudas: Shibuya (渋谷 しぶや) debe estar en vuestro itinerario. No concibo una estancia en la capital sin recorrer las calles de este barrio popular. Nada más salir de la estación de metro os dará la bienvenida la estatua del famoso perro Hachiko.
Animal que forma parte del corazón de todo tokiota cuya historia podéis leer en este artículo. Una vez hecho el selfie de rigor con el akita os toparéis de bruces con el “cruce” más conocido del mundo. 50 metros escasos en los que se han hecho incontables instantáneas, vídeos y todo tipo de performance.

El cruce de Shibuya es el más conocido del mundo
Los spots del momento y los videoclips de los grupos j-pop más famosos se proyectan en pantallas de dimensiones inverosímiles. Inputs audiovisuales de todo tipo que intentaréis descifrar mientras evitáis chocaros con la marabunta. Si os gusta la moda, va sobretodo para las chicas, no podéis perderos el edificio ichi-maru-kyô o 109. Un paraíso de las tendencias pret a porter que luce la juventud actual.
Grandes almacenes, tiendas de ropa y calzado, de música, de electrónica… Y un sinfín de restaurantes y locales de karaoke para el disfrute de los jóvenes – y no tan jóvenes – de la ciudad. Por la noche los locales de ocio, pubs y discotecas, se llenan de gente dispuesta a mover el esqueleto. Si aún os quedan fuerzas no dudéis en experimentar el ocio nocturno de la capital en Shibuya. Pensad que si perdéis el último tren o metro siempre os quedará la opción de alojaros en algún love hotel o manga kissas.
El barrio de Shinjuku no os dejará indiferentes
La estación de Shinjuku (新宿 しんじゅく) es una de las más grandes y concurridas del planeta. Alrededor de 3,5 millones de personas transitan diariamente por su interior buscando una de las 200 salidas que dispone. Si os perdéis tranquilos, preguntad o haced señas a cualquier trabajador de la estación que sabrá indicaros correctamente la dirección a seguir.
Una vez en la calle, Shinjuku puede llegar a ser un barrio abrumador. Transmite un popurrí de sensaciones que no os dejarán indiferente. Rascacielos enormes, luces de neon y “mastodónticas” tiendas de electrónica conviven con pequeños locales donde saborear lo mejor de la cocina del país.
Os recomiendo probar las típicas brochetas de pollo o yakitori (焼き鳥 やきとり) en alguna taberna cerca de la estación. Seguramente os toque compartir espacio vital con algún salaryman (サラリマン) borracho pero os aseguro que la autenticidad del momento os valdrá la pena.

Edificio del Gobierno metropolitano de Tokio con uno de los observatorios más importantes de la ciudad
Cerca de la estación encontraréis el barrio rojo de Tokio, Kabukichô. Otro de los imprescindibles en la lista de “qué ver y qué hacer en Tokio”. Sorprende la cantidad de locales “para adultos” que hay en la zona. Grandes escaparates donde se anuncian chicas (también chicos) con ropa y actitud sugerente.
Este tipo de negocio recibe el nombre de kyabakura (キャバクラ) y se considera a sus empleados como un derivado moderno de las geishas. Su trabajo consiste en proporcionar compañía y entretenimiento a los clientes y entre sus tareas destacan encender cigarrillos, servir bebidas, dar conversación, acompañar en el karaoke y, en definitiva, “sobar” a los clientes para que consuman más. Una forma curiosa de conocer un poco más sobre la realidad del sexo en Japón.
En Shinjuku encontraréis, también, uno de los parques más emblemáticos de la ciudad, el Shinjuku-Gyoen. Si os encontráis en Tokio durante la época del sakura (桜 さくら) es uno de los lugares señalados para disfrutar del hanami (花見 はなみ). Tampoco podéis perderos la visita al edificio del Gobierno Metropolitano o Tochô donde contemplar el skyline de la capital desde su observatorio panorámico en la planta 45.
La cultura popular se expresa en el barrio de Harajuku
Harajuku (原宿 はらじゅく) es una de las zonas más concurridas de Tokio y que alberga la llamada “calle del pecado” para todo fan del fenómeno “idol” (grupos de chicos o chicas que cantan y actúan). Hablamos de Takeshita-dôri (竹下通り たけしたどうり) un recorrido de no más de un kilómetro donde el transeúnte se topa con tiendas de ropa “alternativa”, restaurantes, cafeterías y fooftrucks no aptos para diabéticos, locales de merchandising relacionado con los “idols”… y un sinfín de jóvenes con las hormonas revolucionadas.
En el extremo norte de Takeshita-dôri, al lado de la estación de metro de Harajuku, os encontraréis con el Parque de Yoyogi o Yoyogi-kôen (代々木公園 よよぎこうえん), uno de los más famosos de la ciudad. Os recomiendo pasaros por el parque en sábado o domingo, quizás coincidáis con la actuación de alguna de las muchas tribus urbanas que aún hoy en día pueblan la ciudad.

Takeshita-dôri, la calle más famosa del barrio de Harajuku
Al final de Takeshita-dôri el fervor de la juventud desaparece dejando paso al glamour del barrio de Omotesando (表参道 おもてさんどう). Calles y avenidas anchas donde abundan las tiendas de ropa de las marcas “extranjeras” más cotizadas y conocidas. Todos los locales desprenden un aire de sofisticación recordando (para los que hayáis estado) al ambiente que se respira en los Campos Elíseos de París.
El Parque de Yoyogi alberga uno de los santuarios más emblemáticos de Tokio, el Meiji Jingu. Se completó en 1920 en honor al emperador Meiji (1852-1912) y su esposa, la emperatriz Shôken (1849-1914). Una edificación muestra del reconocimiento que los japoneses hacían a la figura del emperador. El bosque que rodea el santuario cuenta con más de mil árboles enviados por gente de todo el archipiélago en honor a la memoria del emperador japonés.
El paraíso de los “otaku” se llama Akihabara
El barrio de Akihabara se convertirá en el preferido para todos aquellos amantes de la cultura popular nipona. Edificios enteros destinados al consumo de manga, anime, videojuegos, electrónica y todo aquello que pueda asociarse a los adjetivos “nerd”, “geek”, “techie”… un verdadero gozo para los que crecimos con las series de animación japonesas, los cómics de Dragon Ball o los míticos cartuchos de la hoy por hoy renacida Super Nes. En definitiva, la zona perfecta donde “consumir” Japón.
Akihabara cuenta con multitud de cafeterías y restaurantes ambientados en videojuegos o series manga, locales de segunda mano donde venden películas de todo tipo y edificios enteros dedicados a las máquinas recreativas. Os recomiendo visitar alguno de estos salones recreativos y a modo de experimento social observar la pericia de los nipones con los juegos musicales. Quedaréis anonadados.
Paseando por el barrio os encontréis jóvenes japonesas “disfrazadas” de sirvientas quienes os invitaran a los llamados maid cafe (メイドカフェ). Si no os importa pasar un poco de vergüenza ajena seguidlas. Los maid cafe son locales donde por un módico precio las “sirvientas” os atenderán como si del máximo mandatario del país se tratase. Preparaos a recibir reverencias, bailes incluso os hablarán con vocecillas de película hentai (変態 へんたい) o género manga y anime con contenido pornográfico en el que las chicas hablan y gimen de forma “peculiar”. No os sorprenda si el local está lleno de cuarentones solos “disfrutando” del espectáculo, se trata de un pasatiempo común para algunos japoneses.

Visitas aéreas de Tokio desde la Torre Mori en el barrio Roppongi
Un barrio para los extranjeros llamado Roppongi
Roppongi (六本木 ろっぽんぎ) es sinónimo de “internacional”. De la lista de cosas que hacer en Tokio la visita nocturna al bario de Roppongi debe marcarse en rojo. Un distrito donde el japonés queda relegado por el idioma de Shakespeare.
El inglés se escucha por todos lados, vayas donde vayas. En los restaurantes, por la calle, en los clubs y locales nocturnos… y es que la mayoría de anglosajones residentes en la capital trabaja en alguno de los grandes rascacielos de Roppongi. Muchas de las grandes corporaciones internacionales establecen su sede en el país asiático.
Por la noche las discotecas de la zona se llenan hasta los topes con personas venidas de todos los rincones del mundo. Los Dj’s pinchan R&B, Funky, House, Pop…Estilos musicales que aunque no lo parezca tienen muchos adeptos en Japón.
Con todo, es verdad que en Roppongi uno puede tener la sensación de estar en cualquier lugar menos en Japón. El buen comportamiento y saber estar de los japoneses de paso a escenas de borrachera que podrían sucederse en cualquier otra capital europea. Aún así, en la lista “qué ver y qué hacer en Tokio” no puede faltar la vista a Roppongi.

Vistas nocturnas de la isla artificial de Odaiba en Tokio
La isla artificial de Odaiba
Odaiba (お台場 おだいば) se ha convertido en el lugar predilecto para las citas románticas de los jóvenes tokiotas. Se trata de una isla artificial construida de la nada sobre la bahía de Tokio a la cual se accede mediante el futurista tranvía de nombre Yurikamome. El famoso Rainbow Bridge es el punto de entrada a un sinfín de atracciones que no podéis perderos. Centros comerciales, acuarios, una noria desde la cual disfrutar de unas espectaculares vistas del Monte Fuji, playas de arena artificial construidas en la ladera del río incluso una réplica de la Estatua de la Libertad de Nueva York.
Si viajáis a Japón en pareja Odaiba es un magnífico plan para el sábado o domingo. Para los amantes de los animales hay varias cafeterías donde puedes disfrutar de un café mientras acaricias gatos, si os gusta la arquitectura no os perdáis el edificio de la Fuji TV y si sois fans de los robots gigantes o gundam quedaréis de lo más sorprendidos por uno de más de 65 metros de altura.
Bonus track: qué ver y qué hacer en Tokio
Como dije al principio del artículo, Tokio se divide en una gran cantidad de barrios. Hablar de todos ellos implicaría ríos y ríos de tinta y un artículo interminable que pocos de vosotros leeríais. Por ello me he centrado en los que son para mí son los distritos imprescindibles durante un viaje a la capital. Sí aún queréis saber más sobre qué ver y qué hacer en Tokio aquí os sugiero algunas ideas más:
- Pasear por las grandes avenidas de Ginza (銀座 ぎんざ), el barrio más “pijo” y “chic” de Tokio. Las grandes marcas internacionales ocupan los escaparates de este distrito.
- Asistir a una representación de teatro kabuki (歌舞 伎かぶき) en el Kabuki-za de Ginza.
- Visitar el templo Sensô-ji (浅草寺 せんそうじ) en el barrio de Asakusa (浅草 あさくさ), uno de los más conocidos de la capital. Para llegar a él pasaréis por la famosa calle Nakamise-dôri (仲見世通り なかみせどうり) repleta de tiendas de souvenirs y a la cual se accede traspasando el portón del trueno o Kaminarimon (雷門 かみなりもん).
- Contemplar la Torre de Tokio (東京タワー) y la Tokyo Sky Tree (東京スカイ ツリ) de noche. La primera es una réplica de la Torre Eiffel de París mientras que la segunda es considerada la torre de comunicaciones más alta de Japón y alberga un impresionante centro comercial en su interior.
- Pasear por el parque de Ueno (上野 うえの), el pulmón verde de la ciudad de Tokio. El parque cuenta con gran cantidad de museos.
- Degustar productos típicos en el mercado de Ameyoko (アメ横 あめよこ).
- Callejear en busca de los mejores restaurantes de ramen de la capital.
Seguro que se me quedan muchísimas cosas en el tintero que ver y que hacer en Tokio pero con esta guía tenéis más que suficiente para exprimir la capital del país asiático.