
La ira del caudillo Taira no Masakado
Mitología -
Dentro de los yûrei (幽霊 ゆうれい) o fantasmas japoneses existen gran cantidad de categorías o grupos según su naturaleza, circunstancias de su muerte, objetivos del espíritu en cuestión, etc. En esta ocasión os hablo de los onryô (怨霊 おんりょう) o aquellos seres espectrales movidos por una ira justificada. En el artículo de hoy nos centramos en la figura de Taira no Masakado. Ya podéis rezar para no cruzaros con alguno de estos seres, los más peligrosos que acechan el archipiélago nipón.

Índice de contenidos
Ficha de Taira no Masakado
- Nombre japonés del onryô: 平将門
- Género: masculino
- Fecha de fallecimiento del personaje histórico: marzo del 940 d.C
- Edad del personaje al morir: 37 años, aproximadamente
- Causa de la muerte: asesinado en el campo de batalla
- Particularidades del onryô: El fantasma de de Masakado no suele manifestarse físicamente
- Lugar de acecho: ciudad de Tokio
- Características de su ataque: causa muerte, desastres y desgracias a sus víctimas
- Existencia: hecho histórico
- Grado de amenaza: el fantasma de Taira no Masakado es extremadamente peligroso
Conociendo la historia de Taira no Msakado
Taira no Masakado es considerado como el primer samurái (侍 さむらい) del país asiático. La historia cuenta que fue decapitado en el campo de batalla y que su cabeza se niega a abandonar el plano terrenal tomando vida propia. En la actualidad, el santuario de Masakado ocupa uno de los lugares más selectos de la urbe. Se encuentra al lado del Palacio Imperial rodeado por brillantes rascacielos. Su poder sigue vigente hoy en día y es que muchas personas conocen su historia.
En su época, las ambiciones de este caudillo de rango inferior le causaron multitud de conflictos con el gobierno imperial de Kioto. Estableció un reino independiente en la región de Kantô (área geográfica de la isla de de Honshu en la que se incluye la actual Tokio) y se proclamó “nuevo emperador de Japón”. La respuesta del mikado, o corte imperial, no se hizo esperar y puso precio a su cabeza. Dos meses después Taira no Masakado moría derribado por una flecha entre sus dos ojos durante una feroz batalla. Decapitaron el cadáver y su cabeza fue expuesta en Kioto como muestra de castigo a quienes osaran rebelarse contra el emperador.
El fantasma del samurái
Un acto insultante para la cabeza de Masakado que se elevó hacia los cielos de Kioto regresando a la región de Kantô. Desesperada por volver a reunirse con su cuerpo, la cabeza del samurái japonés empezó una búsqueda sin éxito. Finalmente, cansada y consumida por los inútiles esfuerzos de juntarse con su antiguo cuerpo, la testa de Taira no Masakado terminó por estrellarse en un pequeña aldea costera de nombre Edo.
La cabeza decidió tomar reposo en la conocida desde entonces como Masakado no Kubizaka o colina de la cabeza de Masakado. Aterrorizados por la espectral aparición, los aldeanos de la zona lavaron y enterraron la cabeza erigiendo una piedra para apaciguar su tremenda ira. Para las generaciones futuras se convirtió en símbolo del poder anti-autoritario.

Tumba del antiguo samurái Taira no Masakado
Calamidades provocadas por el espíritu de Masakado
Cuenta la historia que el gran terremoto de Kantô de 1923 destruyo gran parte de la ciudad de Tokio. Así pues, el Ministerio de Finanzas aprovechó la ocasión para nivelar la colina donde yacía en paz la cabeza del antiguo caudillo. Además, erigieron en el lugar un edificio gubernamental.
A lo largo de los dos siguientes años murieron en circunstancias extrañas catorce empleados del gobierno incluyendo al mismo ministro de Defensa. Y no sólo eso, el terreno quedó maldito después que se propagara una oleada de lesiones inexplicable entre el resto de empleados. Finalmente los mandatarios de la época decidieron demoler el edificio y volver a edificar la colina no sin antes realizar un ritual sintoísta para calmar la cabeza del espíritu de Taira no Masakado.
En 1940, en el aniversario milenario de la muerte del samurái, un rayo desencadenó un terrible fuego que termino por derruir gran parte de la estructura adyacente a la colina de Masakado. El entonces ministro de Finanzas, aterrado por el destino de su antecesor, hizo realizar una extravagante ceremonia para calmar la furia de Masakado. Una piedra conmemorativa que permanece en el lugar a día de hoy.
Y la historia sigue. Cuando las fuerzas estadounidenses tomaron el control del archipiélago después de la Segunda Guerra Mundial intentaron arrasar el santuario en el que descansaba Taira no Masakado. Querían construir en su lugar un espacio para vehículos militares. Durante su construcción, el inexplicable vuelco de una de las excavadoras terminó matando a su conductor. Poco después, una larga lista de accidentes sufridos por los operarios y las súplicas de sus oficiales hicieron desistir a los americanos que terminaron por cancelar el proyecto.

En el santuario Kanda-Myôjin se celebra cada año un festival en honor a Taira no Masakado
Sobrevivir al encuentro del espíritu de Taira no Masakado
Hoy en día puede ser que la fuerza de Masakado no sea la de antaño en el campo de batalla. Aún así, tened muy presente que un samurái nunca ataca en vano. Todos aquellos que no respeten el lugar sagrado donde descansa recibirían su ira fantasmal. Absteneros de ensuciar y, sobretodo, conducir cualquier vehículo pesado sobre la colina de Masakado. El hecho de que sólo ataque a aquellos que perturban su lugar de descanso es visto con buenos ojos por los vecinos. Consideran este onryô como protector y guardián de Tokio.
Taira no Masakado es de los únicos yûrei que tiene su propia cuenta bancaria. En este caso, es gestionada por los voluntarios que cuidan de su santuario
Curiosidades sobre este onryô
- Dicen que la hija del guerrero, la princesa Takiyahasha, visitó la tumba de su padre para echar una maldición a los asesinos. Parece que el exorcismo tuvo efecto: en una de las xilografías más famosas de Japón vemos a un yôkai (妖怪 ようかい) en forma de esqueleto acechando al responsable de la muerte de Masakado.
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¿Qué pasó con el cuerpo de Taira no Masakado? Según la leyenda el cuerpo fue, también, en busca de la cabeza. Creen que cayó exhausto en el lugar donde hoy se encuentra el santuario de Kanda Myôjin, en el actual Ôtemachi (distrito financiero de Tokio).
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Aunque considerado un traidor para Kioto, se convirtió en todo un héroe para Tokio. Es más, cada mes de mayo se celebra el festival Kanda-Myôjin en honor al difunto samurái.
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El lugar en el que supuestamente se encuentra la cabeza de Taira no Masakado se ha convertido en propiedad especuladora. En 1970 se estimó que el valor de la parcela sobre su tumba rondaba los 200 millones de yenes, unos 2,5 millones de dólares de la época. En la actualidad el precio debe haberse multiplicado.