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Trabajando en Japón: Tokyo Game Show 2009

En 2009 empecé a colaborar como redactor de contenidos para la revista digital de videojuegos Revogamers. En septiembre de ese mismo año y coincidiendo con mi primera visita al país asiático, me propusieron cubrir el evento de videojuegos Tokyo Game Show. Breve pero intenso, había cumplido otro de mis sueños: trabajar en Japón.

Haciendo de periodista en el Tokyo Game Show

Del 24 al 27 de septiembre se celebró en el recinto ferial de Makuhari Messe, cerca de la capital nipona, el Tokyo Game Show. Los primeros dos días de feria estuvieron destinados a los medios de comunicación y a mi me habían acreditado como tal. 180 exhibidores (88 japoneses y 92 de otros diecisiete países incluidos España) mostraron un total de 758 juegos repartidos en ocho inmensos halls que hicieron las delicias de los periodistas.

Como era y desgraciadamente sigue siendo habitual, las compañías que presentaban novedades en el Tokyo Game Show contaron como reclamo con la presencia de azafatas ataviadas con ropa “sugerente”. Grandes paneles luminosos hacían el resto para atraer al público especializado.

Los juegos más importantes del Tokyo Game Show de 2009

A día de hoy, todos los títulos que nombraré pueden parecer desfasados, incluso retro pero en su momento fueron buques insignia de las editoras japonesas. Es el caso de Lost Planet 2 de Capcom presentado en un ambiente inspirado en la jungla con plantas y todo tipo de raíces trepando por las estructuras metálicas del stand.

Square-Enix se convirtió en el exhibidor más visitado de la feria con novedades para su franquicia Final Fantasy. Las “peleas” se encontraban entre la multitud de periodistas que esperamos casi una hora para ponernos a los mandos de una PS3.

Por su parte, Sega acudió al Tokyo Game Show con un nuevo RPG bajo el brazo de nombre End of Eternity. Además se guardaba un as en la manga: el flamante proyecto del aclamado productor Hideo Kamiya, Bayonetta. Konami se presentó al evento junto su buque insignia, Pro Evolution Soccer, y la siguiente aventura de Solid Snake para PSP.

Por último, en las zonas destinadas a Sony y Microsoft se podía jugar a todos los títulos de las third parties (compañías citadas anteriormente) y a algunos exclusivos como Final Fantasy XIII o God of War 3 para PS3 y Halo 3 ODST o Forza Motorsport 3 en el lado de la compañía norteamericana. Un año más, la ausencia de Nintendo se hizo notar en el certamen. La compañía del fontanero más famoso pareció estar más interesada en el evento de su ciudad natal, Kioto.

Gran parte de los 54.000 m2 del recinto del Tokyo Game Show estaban ocupados por la grandes compañías: Sega,Konami, Square-Enix, Koei Tecmo, Sony o Microsoft se disputaban el honor de ser el stand más visitado utilizando todo tipo de armas “marketinianas”. Desde el “panfletismo puro y duro a la “sonrisa” de bellas azafatas

Stand de Konami en el Tokyo Game Show de 2008

Las portátiles reclamaron su cuota en el evento nipón

NDS y PSP también tuvieron su cuota de protagonismo en el Tokyo Game Show de 2009. La portátil de Nintendo se nutrió de varios juegos del aclamado estudio japonés Level 5 mientras que la hermana pequeña de PS3 presentó Phantasy Star Portable 2, God Eater o Kingdom Hearts Birth By Sleep.

Finalmente, los halls 7 y 8 del Makuhari Messe de Chiba estaban destinados al merchandising. Todo tipo de material relacionado con los juegos presentados en la feria: camisetas, figuritas de los protagonistas, peluches incluso joyas como anillos, colgantes y pendientes. En el mismo espacio improvisados restaurantes servían comida a los asistentes a un precio razonable.

Un evento muy de nicho

El Tokyo Game Show se identifica por ser un certamen muy enfocado a la industria de videojuego nipona. Muestra de ello fueron títulos como Sengoku Basara 3 de Capcom, un “musou” en toda regla para wii ambientado en la época feudal japonesa, o El Ninja Gaiden Sigma 2 para PS3 presentado por Koei Tecmo.

Dando una vuelta por el recinto, la sensación era la de encontrarse en un evento organizado por y para japoneses. Aunque algunas azafatas intentaban hablarme en inglés al explicarme el funcionamiento del juego que promocionaban, carteles, neones y material publicitario estaba en completo japonés. En ese entonces mi nivel del idioma no era suficiente para leerlo todo así que me encontré perdido en multitud de ocasiones.

Juegos sociales protagonizados por chicas de anime, la cabeza gigante de un gundam como antesala a títulos de robots o un gran torii (鳥居 とりい) que atravesar para jugar al Okamiden de NDS fueron sólo algunos ejemplos del marcado corte japonés del evento.

Trabajar en Japón y hacerlo como periodista acreditado para el Tokyo Game Show es algo que no se olvida. Una experiencia que de bien seguro recordaré toda la vida.