
Tsukumogami: yokai de objetos domésticos
Mitología -
Hemos hablado largo y tendido sobre el folclore japonés y cómo los grotescos protagonistas de lo sobrenatural siguen influyendo en la cultura japonesa de hoy en día.

¿Qué son los tsukumogami?
De entre el popurrí de monstruos convertidos en personajes de cuentos y leyendas destacan los yokai o yôkai (妖怪 ようかい). Criaturas, fantasmas y dioses que conectan los dos mundos en los que se divide la realidad y que explican fenómenos naturales o de la vida cotidiana que de otra manera quedarían sin respuesta. En las siguientes líneas os hablo de un conjunto de yôkai muy popular en la actualidad: los tsukumogami (付喪神 つくもがみ) o yôkai que se manifiestan en objetos domésticos envejecidos y abandonados por sus dueños.
Los tsukumogami son yokai instalados en artefactos viejos, destartalados y a los que ya no se les da el uso apropiado. Dentro de la religión animista existe la creencia de que los objetos también pueden habitados por espíritus. El abandono por parte de sus dueños actúa como catalizador para que estos cobren vida. Cuentan las leyendas que los tsukumogami adoptan formas antropomórficas y son capaces de andar, hablar incluso de cantar y bailar.
Para que un objeto se convierta en tsukumogami deben pasar al menos cien años. Un lapso de tiempo relacionado con el nombre de este tipo de yokai. En japonés tsukumo puede traducirse como “noventa y nueve”. Por un lado, esta cifra hace referencia al último año de vida del objeto antes de transformarse en yokai; Por el otro, el noventa y nueve en Japón es usado como sinónimo de “innumerable” haciendo referencia a que cualquier herramienta o utensilio tiene la capacidad de convertirse en yokai. Se han documentado casos de objetos más perecederos que se transformaron en tsukumogami antes de alcanzar el centenario.
De entre las muchas “cosas” que pueden convertirse en tsukumogami destacan la ropa, utensilios de cocina, instrumentos musicales, teléfonos, libros, muebles, herramientas para trabajar el campo, o artículos de escritura entre otros. En la actualidad el stock de tsukumogami se ha modernizado abarcando todo tipo de objetos electrónicos como ordenadores, teléfonos móviles etc. Los coches antiguos también pueden convertirse en este tipo de yokai.

¿Cuándo se manifiestan?
Los tsukumogami suelen hacer acto de presencia por las noches. Difícilmente apreciarás cambios en los objetos antiguos durante el día. No son agresivos por naturaleza pero es cierto que pueden ser portadores de enfermedades llegan a hacer enloquecer a la gente.
Hablan de un caso de tsukumogami en Edo, antigua Tokio. Un médico recién mudado a una antigua casa abandonada empezó a encontrarse mal hasta el punto de perder la cordura por momentos. Cada vez que empeoraba su estado físico y mental, el doctor notaba como una brisa fresca se escapaba del desván. Ordenó a uno de sus criados que fuera a investigarlo aunque este no encontró nada llamativo a excepción de una antigua almohada abandonada en un rincón. El chico la cogió y se la llevo al médico. Este resolvió el misterio al instante: la almohada era en realidad un tsukumogami. El doctor prendió fuego a la almohada usando un poco de leña y mientras ardía el hedor a cadáver impregnó la habitación. A los pocos días el médico había recobrado por completo la cordura.

Los tsukumogami en la actualidad
En la actualidad, durante las celebraciones de año nuevo, en algunas aldeas se ofrecen tortas de arroz para que los espíritus que habitan las herramientas caseras renazcan con el nuevo ciclo anual. Además, algunos gremios como el de costureros o modistos suele oficiar ceremonias de difuntos para palillos y agujas. Cuentan con un día festivo para celebrar una ceremonia por aquellas agujas que se rompieron durante el año.